Mi nombre es Rodrigo, soy mexicano y musulmán. Soy abogado, artista y empresario. Hace un par de años me mudé a vivir a Medio Oriente. Hago recorridos en bicicleta por Emiratos Árabes Unidos y visito la ciudad del Cairo en Egipto, una ciudad muy especial para mí. Me gusta convivir con las personas, rebotar ideas, mezclarme en el bullicio y buscar nuevos lugares para visitar.
Medio Oriente es un lugar místico, rebasa nuestra percepción humana, hablamos de Tierra Santa. A la par con ello encontramos un área geográfica muy importante que lamentablemente ha sido y sigue siendo azotada por las civilizaciones humanas y que busca, poco a poco, cimentar la primera piedra para lo que los musulmanes pensamos es el cielo.
El diseño geográfico de la zona ofrece muchas oportunidades de desarrollo, los reinos de la península árabe se desarrollan y generan un “boom” en conjunto con los alrededores, y la convivencia entre varias culturas se hace latente en ciudades como Dubái, en la que personas de varias partes del mundo conviven.
Algo que pasa siempre por mi mente, es la manera en la que todo esto pasa por desapercibido muchas veces por nuestros pueblos de Occidente, varios capítulos importantes de la humanidad se han escrito en Medio Oriente y no los tenemos en mente. Una gran riqueza cultural y espiritual emana de las calles de lugares como Cairo y Guiza, en Egipto, mientras que nosotros guardamos únicamente en mente una lejana imagen de unas pirámides en el desierto. Llama la atención lo poco conscientes que somos sobre este tema, siendo que hay muchos aspectos que guardan similitud entre México y Egipto, por ejemplo.
El mundo en el que vivimos hoy día nos obliga a aprender de diversas perspectivas. Acontecimientos como la guerra, el hambre y la desigualdad guardan cierto arraigo en la ignorancia y en la indiferencia. Lo que vivimos actualmente en Palestina es solo una muestra más del espanto que encierra el hombre dentro de su corazón. Esto nos llama a levantar la voz.
Como musulmán percibo que las personas en Medio Oriente a veces son muy cerradas respecto de ciertos temas, sin embargo, estaba en un error, sucede que, más bien se trata de malentendidos o falta de metacomunicación. El entendimiento no siempre tiene que ser racional y la inteligencia emocional cobra mucha importancia en la región, debemos entender que todos tenemos un “sentido”, “misión”, “destino”, “causa” en la vida y ofrecerlo en la charla siempre es bueno para convivir.
Desde años remotos ha existido un choque entre el mundo oriental y occidental, a la fecha esto nos obliga a buscar unión y paz. Un despertar espiritual, un milagro telepático o algo que anule el constante armisticio que sucede actualmente es necesario. La muerte es como una línea de sombra que pasa frente a nuestros ojos y nosotros no hacemos nada, cada día nos vamos a dormir y el sufrimiento se multiplica.
En fin, les puedo compartir información que les puede ser más útil como costos de renta, platillos exquisitos por probar, restaurantes de moda y centros comerciales exclusivos, sin embargo, considero que antes de adentrarse a Medio Oriente a visitar, primero tendrían que leer unas palabras así.
Por razones incluso espirituales, creé QALB, una compañía millennial, de activismo. Defiendo casos de personas en situación de vulnerabilidad, financio los casos a través de la venta de calcomanías, playeras.
También vendo bienes inmuebles en la maravillosa Ciudad de Mérida, Yucatán. De igual manera promuevo mi proyecto de activismo a través del rock, el arte islámico, la fotografía y la meditación. Como ya lo mencioné, viajo por Medio Oriente y Asia promoviendo mi proyecto, me involucro para aprender más sobre la cultura del lugar, rezo en las mezquitas y hablo con las personas. Mi sueño siempre será consagrarme como artista y trascender espiritualmente. Creo fervorosamente en mi compañía hippie con mis hermanos musulmanes, mujeres y hombres de visión.
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