¡Hola! Mi nombre es Diana y soy una mexicana que lleva viviendo casi 15 años en el extranjero, 6 meses en Toronto, Canadá, 2.5 años en Madrid, España, y desde el 2011 viviendo en París, Francia.
Pero, ¿cómo inició esta travesía? ¿por qué elegí irme de México? Creo que todo comenzó cuando tenía alrededor de 16 años y en una clase (no recuerdo cual era) nos dejaron hacer una tarea donde teníamos que hacer un tablero con imágenes que representaran lo que queríamos ser de grandes, básicamente era plasmar lo que deseábamos como futuro; hoy día estos tableros son conocidos como “vision board” y ahora todo mundo quiere hacer el suyo para lograr un objetivo en particular o para manifestar todo lo que quiere en su vida.
En ese entonces yo no tenía idea de esto la verdad, para mi era solo era una tarea divertida, así que simplemente me inspiré y me puse a recortar todas las cosas que me gustaban y lo que quería hacer en mi vida “adulta”. Yo no tenía en sí una profesión bien definida, a veces quería ser actriz, otras chef y otras “business woman”, pero lo único que sí tenía bien claro, era que yo quería viajar, conocer el mundo y no solo eso, sino realmente vivir en otros países, conocer otras culturas, aprender otros idiomas, haciendo qué o cómo, eso no lo sabía, pero para mi ¡ese iba a ser mi futuro! Y cómo pueden leer en un principio, así fue :).
Les voy a contar cómo fue mi aventura en cada país, lo que me gustó, lo que no me gustó, que fui a hacer en cada ciudad, problemas a los que me afronté y cosas que nunca pensé que me iban a pasar, como el duelo migratorio, porque no es lo mismo irte a vivir al extranjero a los 18 años que cuando tienes 30 años o más.
Mi primer destino fue Toronto, Canadá, tenía 18 años y fui a estudiar inglés a una escuela llamada INSEEC. Era la primera vez que me iba a vivir al extranjero y yo era la más feliz y emocionada. La escuela te ofrecía un paquete con hospedaje, a mi me tocó la casa de una “Mother Homestay”, ella se llamaba Nancy. Su casa era solo para mujeres, era hermosa, estaba decorada a mi gusto como si entraras a una casita de Disney, mi habitación que se encontraba en el “basement” (sótano), estaba decorada con flores pintadas en la pared, una cama individual con lucecitas, tenía un sillón verde, la verdad super lindo todo.
Recuerdo que los 6 meses que estuve ahí salía todo los días, llegué cuando estaba iniciando el verano, entonces había un montón de actividades y yo era la más feliz asistiendo a todo. Para mi cada día era increíble y fue la primera vez que conocí gente de otras culturas, aparte de los canadienses: coreanos, brasileños, japoneses, franceses, etc. Creo que lo único “malo” fue que engordé 12 kilos, recuerdo que una vez para desayunar en clase fui a Tim Hortons (mi café favorito cuando estuve allá) y me pedí un capuchino macchiato con 6 galletas y ¡todo eso para mi sola!
Para mí Canadá fue la experiencia en donde creo que no tuve “”problemas”, mi emoción por estar allí me hacía ver todo lindo, además los canadienses se me hacen personas muy buena onda y muy amables con los extranjeros, sin olvidar mencionar que es un país muy seguro. También el hecho de que era muy joven obviamente influyó mucho, de hecho creo que nunca extrañé México y sólo reafirmó mis deseos de explorar otros horizontes.
El segundo destino fue Madrid, España ¡olé! Obviamente desde que regresé de Canadá yo buscaba una universidad que ofreciera intercambios al extranjero, para mí era un requisito fundamental. Y la suerte llamó a mi puerta cuando la universidad que ya había elegido acaba de abrir una nueva carrera que encajaba con algo en lo que yo podría ser buena. Como les dije antes yo no tenía muy claro a lo que me quería a dedicar, así que fluí con lo que más vibro conmigo. Pero la razón por la que elegí la carrera fue porque te ofrecía la oportunidad de estudiar la mitad de la carrera en México y la otra mitad en Madrid, no pudo haber habido mejor plan para mi que este.
Así que a mis 20 añitos ya estaba viajando para comenzar mi nueva aventura y nada me emocionaba más que saber que ya no solo eran 6 meses, si no poco más de dos años. Aunque debo decir que no todo fue color de rosa, en ese entonces tenia un novio con él cual llevaba más de 4 años de relación, que amaba mucho y el hecho de dejarlo si me dolió mucho, aunque habíamos decidido mantener una relación a distancia, la verdad que fue muy complicado y por salud mental, después de dos meses yo estando allá, decidimos terminar la relación.
¿Cómo describiría mi experiencia en Madrid? ¡Como una locura total! Hay tantas cosas buenas que decir de esta ciudad. En primer lugar, el hecho de que se hable español fue algo que facilitó mi vida y sobre todo que iba a estudiar la universidad, en otro idioma aun siendo en inglés hubiera sido más complicado.
El primer departamento donde viví lo compartía con 6 roomies de nacionalidad: francesa, española, suiza y marroquí, el lugar era muy grande y estaba ubicado en el barrio de la “Latina” uno de los mejores barrios para salir en Madrid sobre todo los domingos, entonces fue perfecto para que me adentrara a la vida social de la ciudad.
Lo que más me sorprendió fue la vida social de los madrileños, todos los días podían ser de fiesta y “cachondeo” o al menos lo normal era tomar una copita acompañada de su buena tapa. Durante mis dos años y medio que viví ahí conocí un mar de gente, simplemente el día que llegué ya tenía 6 nuevos amigos, ellos me presentaban a sus amigos, luego yo conocía gente en mi universidad, que luego ellos me presentaban a más gente, puedo decir que ha sido la época de mi vida donde más he interactuado con personas y además de distintas nacionalidades, una locura total.
Y como no todo puede miel sobre hojuelas, debo decir que lo que más me costó fue adaptarme al sistema educativo de la Universidad donde hice mi intercambio. Dato curioso: si alguno de ustedes vió la serie de Netflix “Elite” la universidad que salió ahí era la universidad a la que iba ;). Regresando a mi punto, el sistema era “muy de aprenderse todo”, no era muy práctico, aunque me pasó lo mismo cuando estudié en Francia, entonces pienso que es un sistema Europeo, que la verdad a mi no me gustó nada.
En resumen para mí Madrid es una ciudad ideal para ir a estudiar, sinceramente no conozco a nadie que haya ido de intercambio y no la haya pasado genial. Hasta ahora sigue siendo mi ciudad favorita en Europa y trato de ir cada año.
Mis 6 roomies
Y llegamos a mi ”último” destino por ahora, mi bella Francia en donde llevo poco más de 12 años viviendo, específicamente en París.
Llegué a estudiar una maestría en “International Business Management” cuando tenía 25 años y la verdad no hablaba francés, mi maestría era en inglés, entonces por ese lado no tenía problemas, es duro vivir en París si no hablas francés y la verdad los franceses, sobre todo los parisinos no son los más acogedores, creanme que ellos no harán un esfuerzo por tratar de entender tu francés atropellado :(, así que mejor aprenderlo. Con el tiempo lo aprendí y eso me ayudó mucho a integrarme mejor.
En esa época el plan era regresar a México después de terminar la maestría y la pasantía que tenía que hacer, y así iba a ser, hasta que en Diciembre, a casi un mes de regresarme a mi país una amiga me dijo…”¿y qué vas a hacer ahora? ¿No vas a buscar trabajo? deberías aprovechar ahora que ya tienes un diploma francés, de hecho tengo una oferta que tal vez tu perfil podría ser interesante ya que buscan a alguien que hable espanol y espanol de México, deberias postular …” lo medité un día y dije: “ ¡porqué no! Al día siguiente envié mi CV, era para un puesto de Marketing Digital, ese mismo día me respondieron y me dieron cita para una entrevista el lunes.
Ya sabía francés pero definitivamente no tenía un nivel para trabajar, igual ellos lo sabían y esta vida es para lo valientes así que fui, saliendo le dije a mi mamá creo que no voy a regresar por ahora a México seguro me dan el trabajo y así fue :)
Desde ese trabajo han pasado 10 años, he cambiado de trabajo 4 veces, he trabajo en el sector bancario y de seguros, en puestos como “Digital Project Manager” y “International Coordinator”. Mis trámites administrativos pasaron de una visa de estudiante, a después la visa de trabajo y finalmente en 2019 obtuve la nacionalidad Francesa.
París es una ciudad muy bella pero muy retadora, si eres una persona muy sensible y que no puedo vivir sin ver el Sol, definitivamente no es un lugar para ti. Aquí he crecido mucho como persona. Siendo la ciudad donde más tiempo he vivido, es obvio que he pasado por varias cosas y algunas situaciones no tan agradables, pero creo que es parte de la vida. También debo confesarles que aquí es la primera vez que he sentido “el duelo migratorio” al preguntarme si debo quedarme o si debo irme…creo que la respuesta ya la tengo en mi corazón y estoy trabajando en ello. Y no es dejar París porque amo mi vida aquí y más ahora que acabo de comprarme mi departamento lo cual me hace muy feliz, pero definitivamente si quiero pasar más meses en Ciudad de México para estar más cerca de mi familia, además que amo esa ciudad.
Si quisieran saber más sobre París los invito a visitar mis redes sociales donde hago contenido sobre restaurantes, cafés, viajes y en sí la vida en París, me encuentran en todas las redes como @Bonjourdiana, Tik Tok e Instagram son las redes en donde soy más activa.
Y también tengo un podcast con una amiga argentina que se llama “Conversando desde París” y hablamos temas sobre la vida del latino que vive en el extranjero.
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