¿Cómo lidiar con las culpas al migrar?
Para muchas personas, emigrar es una fortuna, mientras que otras sienten culpa al hacerlo:
En el podcast de Muy Intercultural se entrevista a la psicoterapeuta Irene del Valle (Mentes en Equilibrio), experta en procesos migratorios.
Si quieres escuchar la entrevista completa, la puedes encontrar aquí:
O si no, aquí encuentras el resumen:
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¿Qué es la culpa?
La culpa es un sentimiento que surge ante situaciones en dónde la persona siente que ha hecho algo indebido o que no ha hecho algo que se suponía iba o debía de hacer. Es un auto señalamiento que va de la mano de sentimientos de tristeza con uno mismo y/o de lastimar a otras personas. La culpa también se relaciona con el remordimiento, la angustia, impotencia y frustración.
Podemos sentir culpa por lo que no hacemos, por lo que sí hicimos o porque algo que hicimos no fue suficiente, ¿por qué la culpa tiene tantas caras?
Los “deberías” son todas esas cosas que nos decimos que tenemos que hacer, son acciones que establecemos como obligaciones, sin necesariamente serlo.
Por otro lado, no solo están los deberías que nos imponemos nosotros, sino los que nos impone nuestra familia y/o amigos.
¿La culpa puede ser cultural? ¿Su grado depende de cada cultura?
Si, todos los sentimientos y emociones, aunque son universales, sus tonos y formas si tienen una base cultural.
Por lo tanto, el grado de culpa depende de cada cultura y de cada individuo, la cultura no solo la marca el país, sino cada familia y sus creencias, valores y estilos de vida.
¿Con qué sentimientos se le relaciona frecuentemente a la culpa?
La culpa se relaciona o se presenta acompañada de otras emociones como lo son: la tristeza, y/o el miedo al rechazo o a dejar de ser valorado(a), con la angustia y la frustración, con el remordimiento y a veces con el enojo con uno mismo.
¿Por qué sentimos culpa los migrantes?
El hecho de no estar y no seguir perteneciendo se experimenta muchas veces como un abandono a las personas que nos importan; sentimos que, de cierta manera, les traicionamos al elegir vivir en el extranjero. Y de ahí nos sentimos culpables:
-No compartir momentos importantes y felices de la familia y amistades del país natal -No compartir crisis, duelos y situaciones dolorosas con sus seres queridos -Tener un mejor estilo y calidad de vida -Los sentimientos y malestar emocional que puedan tener -Si se enferman o algo malo pasan, tenemos esa rara idea de que es nuestra culpa por no estar
Decía Oscar Wilde que: “El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, esa es la pesadilla de la vida.” ¿Cómo podemos afrontar las culpas que surgen al emigrar?
Pedir disculpas si es necesario
Por ejemplo, si nos hemos ido sin despedirnos o la forma de irnos no fue la apropiada, ahí sí sería importante hacerse responsable y enmendar el daño hecho, muchas veces lo único que se requiere es un perdón sincero. Si sientes que es necesario, puedes hacer una carta sacando todas sus culpas y arrepentimientos, puedes entregarla o no, lo importante es que expresen y dejen de cargar ese remordimiento.
Pasar de la culpa a la responsabilidad
Dejar de preocuparnos por lo que no estamos haciendo y ocuparnos. Pregúntate que tipo de relación quieres reconstruir a pesar de la distancia. Mucha gente se siente culpable por no estar y deja de llamar, se distancia, deja de ir. Tomar responsabilidad es actuar de formas coherentes con lo que sentimos, eso significaría, seguir estando presente cómo se sea posible. Tómate el tiempo de llamarles para conversar, preguntar y compartir de forma profunda. Ahorra, para cada que te sea posible ir o invitarles a venir. Hazles saber que pese a la distancia sigues ahí para ellos.
Cuidar y cambiar el auto-diálogo
De nada nos sirve maltratarnos diciéndonos lo malas o malos que somos y quemarnos la cabeza con los que hubiera…. “Si no me hubiera ido” “Si me hubiera quedado” “Y si…” Pero eso ya está en un pasado que podemos cambiar…. Así que todo empieza en cómo nos contamos las cosas, para esto les recomendamos nuestro programa sobre Narrativa Migrantoria, ahí les damos muchísimos más consejos de cómo cuidar lo que piensan, se cuentan y dicen sobre su migración.
Cultivar la autocompasión
La autocompasión es la sensibilidad hacia el sufrimiento propio. La autocompasión es responder con cariño y amabilidad ante el propio sufrimiento, y brindarnos a nosotros mismos la misma serenidad, cuidado, apoyo y consuelo que de forma natural mostramos a quienes queremos cuando sufren. El desarrollo y el cultivo de la autocompasión es una práctica budista y psicoterapéutica que ayuda mucho a sobrellevar lo que no podemos cambiar, es un trabajo de consciencia de lo que se siente, de aceptación y de dignificar y honrar esa emoción.
Recuerda la culpa siempre está ahí, de cierta manera forma parte de las elecciones. la culpa contigo mismo por complacer a los demás e ir en contra de tus ideales, metas y sueños o la culpa con los demás por complacerte a ti y buscar tu felicidad.…la pregunta es: ¿Cuál eliges? ¿Cuál te pesa menos?
Para concer más acerca del increíble blog y podcast de Muy Intercultural puedes hacer click aquí.
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