Por Valeria Largaespada
¡Qué duro es elegir! Desde pequeños, nos vemos obligados a tomar decisiones que, aunque en su momento pueden parecer triviales, comienzan a moldear nuestro carácter y nuestra forma de ver el mundo. Elegir qué comer cuando mamá nos pregunta qué queremos para la cena, decidir con quién hacer un trabajo en equipo en la escuela, o escoger entre una fiesta de XV años o un viaje si tuvimos la suerte de poder elegir. Y luego vienen las decisiones más trascendentales: "¿Qué quieres estudiar? ¿Qué quieres ser de grande?" Estas elecciones nos acompañan a lo largo de la vida y van configurando nuestro destino, aunque no todas son fáciles de hacer.
La vida se trata de elecciones, aunque hay elecciones que nunca quieres hacer. Seguramente, si estás leyendo este blog es porque tienes un sueño desde pequeño: viajar. Explorar cada rincón de tu país, recorrer el mundo, sumergirte en nuevas culturas, probar comidas exóticas, y conocer personas con historias tan fascinantes como diversas. Pero a la vez, es probable que te sientas atrapado por el miedo. Miedo a dejar a tu familia, amigos, pareja, y todo lo que constituye tu vida cotidiana.
Elegir entre tus sueños y las personas que quieres. ¿No suena un poco egoísta? La idea de dejar a tu madre sola puede hacer que te cuestiones si ella te extrañará cada día que estés lejos. Soltar a tu pareja en el camino podría hacerte dudar sobre la posibilidad de mantener una relación a distancia. Abandonar a tus amigos te podría hacer pensar si se olvidarán de ti. Y renunciar a un trabajo soñado puede llevarte a preguntarte si encontrarás algo mejor.
Todas estas preguntas surgen cuando la idea de migrar ya sea dentro del mismo país o hacia otro continente, comienza a rondar tu cabeza. Son interrogantes legítimas, cargadas de emociones y dudas. Pero también son el reflejo de que estás considerando un cambio significativo, uno que podría abrirte puertas a experiencias que nunca habrías imaginado.
1. Tu familia siempre te extrañará, estés a cien metros o a cien kilómetros de distancia. La diferencia radica en que quienes te aman quieren verte feliz y alcanzando tus metas. La tecnología ha revolucionado la manera en que nos comunicamos, haciendo posible que te mantengas conectado con ellos sin importar dónde estés. Las videollamadas, los mensajes instantáneos y las redes sociales permiten que compartas tu vida con ellos, aunque estés en la otra punta del mundo.
2. Las relaciones a distancia son uno de los mayores temores al considerar mudarse al extranjero. Pero, como todo en la vida, el éxito de una relación depende de la comunicación y la confianza. Si desde un inicio tu pareja está al tanto de tus sueños y metas, será más fácil navegar juntos por los cambios que puedan surgir. El amor verdadero no se limita por la distancia; al contrario, puede fortalecerse cuando ambos trabajan por mantener la conexión emocional, compartiendo sus días, sus alegrías, y también sus inseguridades.
3. Los amigos verdaderos no se van. Pueden pasar semanas, meses o incluso años sin verse, pero la amistad perdura. Las relaciones evolucionan, los temas de conversación cambian, y las metas se transforman, pero eso no significa que la amistad se rompa. Un amigo no es un contrato con cláusulas y condiciones; es una presencia constante, aunque sea a la distancia, que está ahí para compartir risas y acompañarte en los momentos difíciles.
4. Siempre hay un trabajo mejor esperando por ti, uno que se ajuste a tus necesidades y capacidades. Cada trabajo es una oportunidad de aprendizaje, una experiencia que te acerca más a descubrir lo que realmente quieres en la vida. Es natural tener dudas sobre dejar un trabajo, pero lo importante es no dejar que el miedo a lo desconocido te paralice. Reflexiona sobre tus decisiones, pero no dejes que la indecisión te impida evolucionar.
Desde el comienzo de los tiempos, los humanos hemos sido viajeros. La vida es demasiado corta para pasarla preguntándonos "¿Qué debería hacer?". Es mejor tomar decisiones con el corazón, sabiendo que, al final, siempre podemos volver a casa si así lo decidimos.
Viajar no solo te permite descubrir el mundo, sino también descubrirte a ti mismo, enfrentando miedos, superando obstáculos y creciendo en el proceso. Así que, si tu sueño es viajar, no dejes que el miedo te detenga. Las personas que te aman siempre querrán verte feliz, y tú tienes el derecho de buscar la felicidad donde quiera que esta te lleve.
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