¿Te piensas ir al extranjero? Definitivamente te vas a enfrentar a un choque cultural.
El término “Choque cultural”, también conocido del vocablo inglés cultural shock, se refiere al conjunto de reacciones que puede llegar a experimentar un individuo al entrar en contacto por primera vez con una cultura diferente de la propia.
Dicho impacto suele tener una variable afectiva y una variable cognitiva. Desde el punto de vista afectivo, es posible que llegues a experimentar emociones tales como el miedo, la desconfianza, la incomodidad, la ansiedad o la inseguridad. Desde el cognitivo, puedes experimentar un conflicto entre tus conocimientos del mundo propio y los marcos de conocimiento, los valores o las interpretaciones de la nueva cultura a la que se enfrenta.
Generalmente, el choque cultural se presenta en las siguientes etapas:
Paso 1: La Etapa de Luna de Miel
Durante esta etapa, todo es nuevo e interesante. Puedes experimentar un sentimiento de euforia y estar alerta a todas las diferencias que veas y experimentes entre tu cultura, lo que es familiar, y todo lo nuevo que experimentes al lugar nuevo donde estés. Te sientes emocionado y estimulado y todavía te sientes cercano a todo lo familiar en tu hogar. Durante esta etapa, por lo regular te enfocas en las similitudes entre tu país de origen y tu país huésped, pero también apreciarás las diferencias.
Paso 2: La Etapa de Angustia
Una vez que la etapa de luna de miel se desgasta, puede que de pronto empieces a sentirte frustrado o molesto en el país de acogida, especialmente por las costumbres y valores. Las cosas que estás experimentando ya no se sienten tan nuevas como al principio. Puedes llegar a sentir hostilidad hacia la forma y las costumbres de esta cultura nueva. Entras en una etapa de idealización de la “vida “ que tenías en casa y puedes sentir que la cultura en donde actualmente te encuentras, el lenguaje y la comida son inferiores a lo que estás acostumbrado. Puedes llegar a tener la sensación de confusión y soledad. ¡No te preocupes!; esto es perfectamente normal.
Paso 3: La Etapa de Orientación
La Etapa de Orientación es la primera etapa en la aceptación. Durante esta etapa, empezarás a entender por qué las cosas se hacen de cierta manera. Comenzarás a apreciar y a respectar las tradiciones culturales, ya sea que las consideres buenas o malas. Te sentirás más cómodo en tu nuevo ambiente y empezar a tener un panorama más positivo. Sentirás más confianza para enfrentar cualquier problema que pueda aparecer. Recuerda que el choque cultural no es una experiencia lineal perfecta; puede que vuelvas a la Etapa de Angustia varias veces.
Paso 4: La Etapa de Adaptación
Durante esta etapa, tu actitud cambia y eres capaz de funcionar en ambas culturas. Has aceptado la cultura nueva y eres capaz de verla con una luz nueva, pero realista. En esta etapa, por lo regular estás bien orientado a tu nueva vida y has desarrollado tus propios hábitos y rutinas. Te sientes cómodo, confiado y capaz de tomar decisiones. Ya no te sientes aislado, en su lugar, empiezas a sentirte en casa. Asimismo, comienzas a incorporar formas de pensas y costumbres culturales a tu propia personalidad.
Paso 5: El regreso a casa
Al regresar a casa, llegarás con nuevas experiencias, vivencias y aprendizajes y entenderás que has cambiado y que no eres el mismo que se fue. De igual forma, experimentarás un choque cultural inverso. El choque cultural inverso se refiere a las dificultades emocionales que acompañan a aquellos emigrantes que deciden retornar a su tierra. Es comparable a una segunda migración y, por lo tanto, conlleva la elaboración de un nuevo duelo, el duelo por las cosas que se dejan en el país de acogida.
Estos son algunos de los síntomas comunes del choque cultural que hay que tener en cuenta:
Extrañar tu hogar
Extrañas a tu familia y amigos en casa y puede que quieras regresar a la familiaridad de tu hogar.
Cambio en el apetito o peso
Tus hábitos de alimenticios y de bebida han cambiado y estás ya sea comiendo o bebiendo demasiado o no comiendo mucho en lo absoluto.
Irritabilidad
Las cosas más pequeñas pueden hacerte enojar y algunas veces gritas de la frustración.
Aburrimiento
No tienes ganas de explorar la ciudad o cultura nueva en la que estás viviendo y pasas mucho tiempo encerrado.
La hostilidad y los estereotipos
No te agrada la gente en tu país anfitrión y evitas hacer nuevos amigos.
Incapacidad para trabajar de forma eficiente
Tienes pocas energías y estás desmotivado para trabajar en nuevos proyectos.
Conflictos con otras personas
Puede que te encuentres de mal humor y en más confrontaciones de lo normal.
Llanto inexplicable, depresión o sentirse fuera de control
Estás deprimido y lloras inexplicablemente. Puede que hayas notado problemas físicos relacionados con el estrés o la ansiedad y puede que no sientas que estás en control de tu entorno.
Vulnerable, temeroso o ansioso
Te sientes asustado, nervioso, o vulnerable en tu nuevo entorno o cuando hablas con personas nativas.
Dolores de cabeza, malestar y alergias
Dormir mucho o muy poco
No tienes ganas de salir de tu habitación o de tu cama.
Idealizar tu propia cultura
Sientes que todo era mejor en casa.
Intentar demasiado
Te obsesionas con la nueva cultura en un esfuerzo por adaptarte.
Cuestionar tus decisiones
Ya no estás seguro de que decidir estudiar internacionalmente sea una buena idea.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a reconocer si sufres el choque cultural.
¡Lo bueno es que todo es temporal!
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